Wendy Espinal denuncia que su esposo fue golpeado en una celda tras ser detenido en Santo Domingo. Pide justicia y una investigación imparcial.
Santo Domingo, RD.- Una mujer denunció que, para evitar una situación grave con su esposo, terminó exponiéndolo a un gran peligro: una golpiza que casi le cuesta la vida.
Wendy Espinal relató que la noche del sábado tuvo una discusión con su esposo, Connor Leith Weisser, de nacionalidad estadounidense. Al notar que los gritos aumentaban, se asustó y llamó a la Policía Nacional.
Según Espinal, los agentes se llevaron a su esposo desde su residencia temporal en San Isidro, Santo Domingo Este. Él le contó que lo trasladaron a varios destacamentos antes de dejarlo pasar la noche en Politur, en la avenida España.
Al día siguiente, cuando fue a buscarlo asegurando que todo estaba bien, los agentes informaron que debían llevarlos a la Unidad de Violencia de Género y Delitos Sexuales en Alma Rosa para registrar el caso.
Luego del procedimiento, los agentes de Politur se retiraron, creyendo que la situación estaba aclarada. Sin embargo, según Espinal y el propio afectado, varios guardias de la unidad lo trasladaron a una celda donde más de 20 presos lo golpearon y trataron de agredirlo sexualmente.
“Le pidieron dinero y, como él dijo que no tenía, lo golpearon por todas partes, le pisaron la cabeza, le quitaron el pantalón para violarlo, pero lo soltaron porque había mucha sangre y él se desmayó. Pensaron que lo habían matado y todo eso pasó frente a los guardias, que solo se burlaban”, contó Espinal, exigiendo justicia.
Aseguró que la fiscal María Sánchez ordenó limpiarlo antes de tomarle fotos para simular que se había peleado con otros presos. Luego le notificaron a su esposa que había tenido una riña en la celda.
Espinal intentó presentar cargos contra los militares, pero, según su relato, la fiscal ordenó que no le tomaran la denuncia.
Desesperada, narró a CDN que la sacaron a la fuerza de la unidad junto a sus hijos de tres y cinco años, mientras su esposo herido seguía en la celda sin recibir ayuda médica.
Al confirmar la agresión, intentaron denunciar el abuso, pero en ningún lugar aceptaban la queja. Finalmente, contactó al consulado y al 911, pero no obtuvo respuesta. Fue el mayor Vargas de Politur quien logró verificar que Weisser estaba vivo y gestionó que se registrara la denuncia.
Sin embargo, al tomar la declaración, omitieron las acusaciones contra la fiscal y los militares. Espinal ahora exige que un fiscal independiente asuma el caso para que se haga justicia.
Citó la agresión que resultó en la muerte del joven David de los Santos en un destacamento de Naco, en el Distrito Nacional, pidiendo que este caso no quede impune.