Las autoridades meteorológicas de la República Dominicana han instado a la población a permanecer en máxima alerta debido al riesgo inminente de lluvias intensas vinculado a la tormenta tropical Melissa, que aunque ha mostrado una disminución en su actividad, todavía representa una amenaza significativa. Según el meteorólogo Saddan Font Frías, encargado del Centro Nacional de Pronósticos del Instituto Nacional de Meteorología (Indomet), se prevé que las condiciones atmosféricas adversas continúen, requiriendo la atención continua de los ciudadanos y las autoridades.
Continuidad de la vigilancia ante Melissa
Melissa, ubicada al sur de Jamaica y Haití, avanza lentamente hacia el oeste-noroeste a una velocidad de apenas cuatro kilómetros por hora. Este movimiento proporciona mayor tiempo para que los vientos máximos sostenidos se intensifiquen en ciertas regiones de la nación. Font Frías advierte que, aunque las precipitaciones han disminuido, los campos nubosos relacionados con este sistema seguirán afectando a la isla, lo que requiere que la población no baje la guardia y continúe informándose a través de los canales oficiales.
La emergencia climática ha llevado al Centro de Operaciones de Emergencia (COE) a mantener alertas de diferentes grados en diversas provincias del territorio nacional. En alerta roja están el Gran Santo Domingo, San Cristóbal, Peravia, Azua, Barahona, Pedernales, San José de Ocoa, San Juan y el Distrito Nacional, donde se prevé un impacto significativo sobre infraestructuras y comunidades.
Recomendaciones y medidas de prevención
Con el fin de minimizar los riesgos, las autoridades han emitido múltiples recomendaciones, instando a los residentes de las provincias afectadas a cooperar y seguir las directrices establecidas por las autoridades de emergencia. Estas medidas incluyen la preparación de posibles evacuaciones en áreas propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra. Las provincias de María Trinidad Sánchez, Samaná, Santiago y Bahoruco están bajo alerta verde, condicionada a la posibilidad de eventos parciales de riesgo. En contraste, La Vega, Hato Mayor, El Seibo, Sánchez Ramírez, La Romana, San Pedro de Macorís, Monseñor Nouel y La Altagracia se encuentran en alerta amarilla, lo cual implica riesgo inminente de eventos peligrosos.
Font Frías destacó la importancia de utilizar las alertas como método de prevención. La alerta roja indica alta probabilidad de incidentes severos con potencial daño a personas, propiedades y el medio ambiente, mientras que la amarilla sugiere un riesgo inminente con posibles emergencias. La verde, por su parte, avisa de la posibilidad de eventos parciales o totales de peligro, lo cual aunque menos severo, no debe ser subestimado.
En este contexto, el llamado es a la responsabilidad ciudadana, mantenerse informados y adoptar las medidas de precaución necesarias. La población debe seguir recibiendo actualizaciones periódicas de la situación climática a través de los boletines oficiales emitidos por Indomet y el COE, asegurando que las decisiones se basen en información verificada y oportuna. La vigilancia continua y la respuesta adecuada serán cruciales para afrontar los desafíos que presenta el clima durante estas jornadas.