Gladys Rodríguez, dueña de una academia de modelaje, relata cómo fue víctima de un robo millonario en Santiago, afectada por burundanga y buscando justicia.
La historia de Gladys Rodríguez, una mujer que fue despojada de una gran suma de dinero por una banda de ladrones, parece sacada de una película. Un año después de perder más de 20 años de trabajo, Gladys comparte su experiencia para exigir justicia.
Gladys, cuyo nombre real es María Magdalena Casilla, contó a Diario Libre que el día del atraco fue a un supermercado en Santiago a comprar artículos para su escuela de modelaje.
Al salir del lugar, un hombre de unos 50 años se le acercó, le pidió una dirección y le dio un pequeño papel. Desde ese momento, Gladys comenzó a sentirse extraña, como si algo no estuviera bien. Ella cree que la sustancia que la afectó fue burundanga.
Luego, los delincuentes la subieron a su vehículo y la hicieron conducir. «Yo iba manejando pero como no estaba bien, ellos se pararon y me quitaron el celular y las llaves del carro», cuenta.
Poco después, un tercer ladrón se subió al auto y, al estar cerca de un banco, la llevaron a retirar 18 mil dólares y 200 mil pesos. Después de ese robo, se dirigieron a otro banco para sacar más dinero.
«En un momento pensé, ¿qué está pasando? Y recé el Salmo 23», dijo Gladys. Luego, uno de los ladrones le entregó un trozo de hierro envuelto en una servilleta, diciendo que le regalaban oro. En ese momento, Gladys sintió la misma sensación extraña que había tenido cuando el hombre le dio el papel al principio.
La llevaron a otro banco, pero Gladys ya no recordaba su clave, por lo que los ladrones manipularon su cuenta y sacaron 500 mil pesos.
Luego, fueron a su casa a buscar joyas de su hija, que los ladrones también querían robar. Al llegar a su residencia, Gladys se bajó del vehículo y habló con el guardia de seguridad, quien estaba igualmente confundido.
Cuando los ladrones vieron que ella hablaba con el guardia, huyeron, no sin antes decirle: «Venimos ahora, no te muevas de ahí».
Gladys esperó 20 minutos, aún en estado de confusión. Fue en ese momento, mientras hablaba con su hija por teléfono, cuando ella le sugirió que lo que había vivido era un robo con burundanga.
Ante esta situación, Gladys pidió a las autoridades que se haga justicia. Hasta ahora, solo uno de los tres implicados ha sido detenido. Las autoridades han calificado el caso como un robo simple, que no tiene agravantes específicos.
Gladys pidió la modificación del Código Penal para que hechos como este sean castigados más severamente. «Yeni Berenice, vamos a tratar de hacer un precedente con este caso, con el famoso ‘Pitufo’ y sus secuaces. No puede ser que robar sea más rentable que trabajar», dijo Gladys, quien lamentó la pérdida de sus ahorros tras 20 años de trabajo.
La mujer señaló que el ladrón que le robó su dinero tiene varias querellas en su contra en Moca, Mao y Santiago, y que sigue delinquiendo porque obtiene fianza, ya que el robo se considera un «delito simple».