Un estremecedor caso en Ipswich, Reino Unido, ha dejado perpleja a la comunidad tras conocerse los detalles de la muerte de Isabella, una niña de dos años, a manos de su madre, Chelsea Gleason-Mitchell, y su pareja, Scott Jeff.
Isabella falleció en junio de 2023 tras sufrir un brutal ataque en un centro de alojamiento temporal. Según las investigaciones, fue víctima de fracturas en ambas muñecas y pelvis, además de múltiples hematomas causados por patadas y pisotones.
La causa de muerte fue una embolia provocada por médula ósea liberada de las fracturas, la cual afectó su torrente sanguíneo y pulmones.
Lo que hace aún más perturbador este caso es que, después del crimen, Jeff y Gleason-Mitchell pasearon el cadáver de Isabella por las calles durante tres días en un cochecito.
Cámaras de seguridad los captaron caminando despreocupadamente mientras Jeff buscaba en internet opciones para escapar. El caso salió a la luz cuando Gleason-Mitchell confesó a una amiga que la menor había fallecido, lo que llevó a las autoridades a encontrar el cuerpo en el alojamiento temporal.
La pareja fue arrestada el 1 de julio en Bury St Edmunds, luego de abandonar Ipswich al percatarse de la presencia policial. Este viernes, un tribunal dictó sentencia: Jeff fue condenado a cadena perpetua, con un mínimo de 26 años en prisión, tras ser declarado culpable de asesinato. Por su parte, Gleason-Mitchell recibió una pena de 10 años de prisión por permitir la muerte de su hija y actos de crueldad hacia la menor.
Este caso ha conmocionado profundamente al Reino Unido, destacando la brutalidad y negligencia que rodearon la trágica muerte de Isabella.