Tras advertencia de Estados Unidos a ciudadanos: ¿Debería viajar a Venezuela?

Una alerta de Washington sobre mayor actividad militar en el Caribe provocó suspensiones inmediatas de rutas, dejando a Venezuela con conexiones internacionales cada vez más limitadas.

La advertencia estadounidense pidió a los pilotos extremar precaución al sobrevolar Venezuela, y esa frase bastó para que varias aerolíneas detuvieran vuelos mientras evaluaban el panorama regional.

El contexto ayuda a dimensionar la reacción. El país controla un amplio espacio aéreo cercano a una zona donde operan buques y aeronaves desplegados por Estados Unidos desde agosto.

Esa operación marítima, enfocada oficialmente en combatir actividades ilícitas, elevó la tensión con Caracas, que considera que estos movimientos buscan presionar políticamente al gobierno venezolano.

Horas más tarde, un mensaje del presidente Donald Trump aceleró el retiro de aerolíneas extranjeras. Aunque no fue una orden formal, sí generó incertidumbre operacional inmediata.

En su publicación, Trump sugirió evitar completamente el espacio aéreo venezolano. Las compañías interpretaron ese comentario como un riesgo que sus aseguradoras difícilmente aceptarían.

Analistas explican que, sin un cierre oficial, existe un cierre “en la práctica”. Las aerolíneas prefieren no exponerse a posibles incidentes derivados del clima militar actual.

Para quienes siguen este tema, no es la primera retirada masiva. En 2013, varias compañías detuvieron operaciones por deudas acumuladas con el Estado venezolano.

Hoy la situación vuelve a repetirse. La pizarra internacional de Maiquetía muestra pocas salidas, principalmente a Curazao, La Habana y Bogotá, todas operadas por líneas venezolanas.

La actividad doméstica, sin embargo, se mantiene estable. Los vuelos dentro del país continúan con normalidad, un contraste marcado frente al declive de vuelos internacionales.

El aviso publicado por el regulador estadounidense mencionó mayor actividad militar en Venezuela y alrededores. Según el documento, esta dinámica representa un posible riesgo operacional para aeronaves.

Expertos venezolanos señalan que la cautela de las aerolíneas también responde a presiones de arrendadores, sindicatos y aseguradoras, que monitorean cualquier señal de inestabilidad aérea.

Copa y Wingo mencionaron intermitencias en señales de navegación. Aunque no especificaron detalles, ese tipo de interferencias suele generar preocupación en pilotos y operadores comerciales.

A pesar del retiro internacional, continúan llegando vuelos con personas retornadas desde Estados Unidos. Estos viajes se realizan bajo acuerdos específicos entre ambos gobiernos.

Por ahora, el panorama permanece abierto. Las aerolíneas esperan claridad, mientras el Caribe mantiene un movimiento militar que condiciona cualquier decisión sobre rutas hacia Venezuela.