En la región de Valencia, España, varios dominicanos vivieron momentos de pánico y desconsuelo durante el paso de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), el fenómeno que ha provocado al menos 211 muertes a lo largo de estos días, y decenas de desaparecidos.
La jornada, marcada por la impotencia y el temor, fue relatada por quienes lograron sobrevivir a esta catástrofe, y uno de ellos es el nombrado Robert Santos Rodríguez, el cual recordó cómo intentó proteger sus vehículos mientras las lluvias intensificaban.
Sin embargo, ante la fuerza de la tormenta, tuvo que refugiarse en una iglesia cercana, desde donde trataba en vano de comunicarse con sus hijos, quienes permanecían en casa. Mientras transcurría cada minuto, la desesperación se elevaba al tanto de que el nivel de agua que arrastraba todo a su paso, era cada vez mayor.
Hanser de los Santos y Junior Enríquez Durán Sánchez también vivieron la angustia de la situación. Enríquez Durán Sánchez tomó la difícil decisión de trasladar a su familia al segundo piso de su vivienda, buscando protección frente a la inundación que avanzaba rápidamente.
Su testimonio revela cómo el instinto de supervivencia y el compromiso de salvaguardar a los suyos fueron vitales para superar la emergencia.
Al regresar a sus hogares, muchos nacionales dominicanos encontraron una escena desgarradora: muebles y pertenencias flotando, electrodomésticos dañados y lodo cubriendo los espacios. Durán Sánchez narró con indignación cómo, en medio de esta situación, un conocido aprovechó para grabar su testimonio y pedir ayuda en su nombre, sin nunca entregarle lo recaudado.
La decepción por este engaño se suma al dolor causado por la DANA en la comunidad. En estos momentos difíciles, la comunidad dominicana, con el respaldo de las autoridades locales, permanece unida, ayudándose mutuamente para enfrentar las pérdidas y reconstruir lo que la tormenta destruyó.