Manuel Rojas, conocido como “El Piro” de la plataforma Somos Pueblo, ha vuelto a generar un debate en redes sociales tras expresar su frustración tras el pago del Impuesto sobre la Propiedad Inmobiliaria (IPI). Su comentario resalta su notable inconformidad con el hecho de que estos impuestos sirvan, entre otras cosas, para financiar el controvertido “barrilito”, un fondo que los legisladores dominicanos reciben para asistencia social y que ha sido objeto de numerosas críticas por la falta de transparencia en su uso.
El “barrilito” ha sido percibido como un privilegio cuestionable, es decir, si bien su finalidad es la de ayudar a las comunidades, muchos señalan que su distribución y uso no están debidamente regulados, lo cual ha generado desconfianza entre los ciudadanos, activistas y organizaciones que exigen mayor transparencia y una mejor rendición de cuentas por parte de los legisladores.
Las críticas del comunicador en cuestión sin duda alguna reflejan el sentir de muchos dominicanos que consideran que el uso de los fondos públicos debe ser más eficiente y enfocado en la solución de problemas fundamentales del país.
Por medio de sus plataformas, donde tiene gran influencia, manifestó reiteradamente que el dinero recaudado mediante impuestos, como el IPI, debería ser utilizado en iniciativas que realmente impacten la vida de los ciudadanos, en lugar de alimentar fondos cuyos beneficios directos a la población son cuestionables.
La polémica en torno al “barrilito” no es nueva, pero la presión social para que se elimine ha aumentado con las declaraciones de figuras como “El Piro” y otras voces críticas. Mientras tanto, algunos legisladores defienden su continuidad, argumentando que es una herramienta que les permite responder de manera directa a las necesidades de sus comunidades.
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