El pequeño Arthur Morais Carvalho Nascimento, de tres años, falleció el sábado 2 en Jaguariúna, São Paulo, Brasil, tras ser picado por un alacrán que se encontraba dentro de su bota. La madre del menor descubrió al arácnido cuando su hijo acudió a ella llorando, trasladándolo inmediatamente al Hospital Municipal Walter Ferrari.
“Mi mano no alcanzaba a tocar el fondo de la bota, así que la golpeé contra el suelo y el alacrán cayó. Estaba desesperada. No entiendo por qué no tenían el suero en el hospital local”, expresó la madre del afectado. Debido a la falta del antídoto, el pequeño tuvo que ser trasladado al Hospital de Clínicas de la Unicamp, demorando aproximadamente 40 minutos.
A pesar de recibir el suero antiescorpión y presentar una leve mejoría inicial, el estado del menor se agravó, requiriendo su traslado a la UCI. El niño fue intubado tras experimentar fuertes dolores en el pecho, falleciendo la mañana siguiente. El Ayuntamiento de Jaguariúna confirmó el incidente sin pronunciarse sobre la ausencia del suero en el hospital municipal.
En respuesta al suceso, la Secretaría de Salud del Estado de São Paulo recordó la existencia de 221 Puntos Antivenenos Estratégicos distribuidos por el estado. Estos centros están diseñados para atender casos de picaduras de animales venenosos, especialmente en niños menores de 10 años, dentro de la primera hora y media tras el incidente.
Este trágico evento ha generado un debate sobre la necesidad de mejorar la infraestructura hospitalaria en regiones vulnerables, especialmente durante los meses de calor y lluvias, cuando los incidentes con alacranes son más frecuentes.