Familia busca respuestas tras lamentable incidente en el sector Madrigal, San Francisco de Macorís
Fotografía: Archivo / Shutterstock
En el tranquilo sector de Madrigal, en San Francisco de Macorís, un trágico suceso ha sacudido el corazón de la comunidad. El pasado diecinueve de mayo, un conflicto vinculado a un perro desembocó en un desenlace lamentable, dejando la pérdida de dos valiosas vidas: Elizabeth Pérez Batista y su pareja, Ángel Luis López Lora. El hecho ha provocado un llamado urgente por claridad y justicia, especialmente por parte de los familiares de las víctimas que, aún hoy, esperan respuestas que expliquen las causas y responsabilidades detrás de este incidente.
El fatídico episodio comenzó como una discusión ordinaria acerca de un perro. Sin embargo, lo que podría haber sido una simple disputa vecinal rápidamente se transformó en una situación de grave tensión, involucrando actos que las autoridades califican como conducta inapropiada. Elizabeth, de treinta y dos años, se encontró atrapada en el medio de estos eventos, y lamentablemente, sufrió lesiones que derivaron de un elemento de fuego durante el altercado. A pesar de los esfuerzos médicos intensivos y una prolongada hospitalización, Elizabeth no logró superar sus severas heridas, dejando un vacío profundo en su familia y la comunidad.
Ángel Luis López Lora, quien era su pareja en el momento del suceso, también se vio implicado en el conflicto y terminó perdiendo la vida. Este evento ha dejado una estela de tristeza e incertidumbre no solo entre sus seres queridos sino en todo el sector Madrigal, conocido por su paz característica, alterada por el impacto de este lamentable acontecimiento. La comunidad ha estado acompañando a las familias afectadas, con muestras de solidaridad en un intento de aliviar el dolor emocional que ha permeado el entorno.

En el ámbito legal, el representante de la familia, el abogado Ramón Orlando Justo Betances, ha declarado que el presunto implicado, Andy Quezada, continua bajo medida preventiva mientras el proceso judicial sigue desarrollándose. Inicialmente, la acusación formal fue por tentativa de involucrar en la pérdida de una persona, pero ante el desenlace final de Elizabeth, se espera que el cargo sea reevaluado. Las familias buscan no solo que se haga justicia, sino también que el proceso avance con la claridad y la integridad necesarias para poder comenzar a cerrar un capítulo tan doloroso.
Las impactantes declaraciones de la familia de Elizabeth han subrayado el dolor que sienten. Insisten en la necesidad de que el sistema judicial actúe con prontitud y eficacia para esclarecer completamente lo ocurrido y rendir homenaje a la memoria de su hija. En este doloroso contexto, los padres de Elizabeth reflejan una entereza admirable, buscando encontrar tranquilidad en medio del caos emocional.
Mientras tanto, la comunidad observa de cerca cómo se desarrollan los acontecimientos judiciales, con la esperanza de que este caso generará un precedente para la gestión adecuada y rápida de eventos tan sensibles. Muchos residentes han señalado que el suceso debería considerarse como un catalizador para cuestionar y avanzar en términos de seguridad comunitaria y prevención de conflictos.
La administración municipal y las autoridades competentes han prometido mantener una comunicación fluida con los vecinos de Madrigal, al tiempo que aseguran un seguimiento adecuado del proceso judicial que permita reparar en alguna medida las heridas abiertas por este lamentable suceso. El deseo colectivo es que las próximas semanas traigan esclarecimientos y medidas preventivas más firmes para evitar la repetición de este tipo de incidentes en el futuro cercano, siempre en búsqueda de la paz y seguridad que alguna vez caracterizaron al sector.
El sector Madrigal, consternado, espera pacientemente que se restablezca la calma y que la justicia impartida traiga consigo un cierre que permita el inicio de la sanación emocional para todos los afectados.