Familiares sepultan a madre e hija tras trágico incidente en Brisas del Este
Fotografía: Archivo / Shutterstock
Este miércoles, los restos de María Morillo, de 45 años, y su hija Elizabeth Ulloa Morillo, de 17, fueron sepultados en el cementerio local de Brisas del Este, en Santo Domingo Este, entre lágrimas y gestos profundos de dolor de familiares, amigos y vecinos del sector. Madre e hija perdieron la vida a raíz de un lamentable incidente que ha dejado a toda la comunidad sumida en la consternación.
El hecho, ocurrido en la madrugada del lunes, ha suscitado gran preocupación entre los residentes, quienes conocían a las víctimas como personas respetables y dignas de estima en su entorno cercano. Según los informes oficiales, el responsable, José Francisco Montero Encarnación, de 36 años, se entregó a las autoridades y admitió su participación en los hechos, señalando estar bajo la influencia de sustancias cuando irrumpió en la residencia de las víctimas.

Montero Encarnación expresó un mensaje breve y directo al ser escoltado bajo custodia policial: “A la juventud que no se drogue”, sentenció, apelando a las generaciones más jóvenes para que eviten seguir un camino de consecuencias trágicas. Este comentario, sin embargo, ha abierto un debate en la comunidad sobre la necesidad de fortalecer las estrategias de prevención y tratamiento de adicciones en el país.
En un incidente marcado por dolorosas pérdidas, también se encuentra otra víctima, una niña de apenas 7 años, que resultó herida durante el evento. La menor, cuya identidad se mantiene en reserva por razones legales y éticas, se encuentra recibiendo atención médica urgente tras sufrir heridas en sus brazos. Esta situación ha elevado las voces comunitarias clamando por mayor protección y políticas de apoyo a familias vulnerables en Brisas del Este.
La Policía Nacional ha confirmado que el sospechoso será presentado ante las autoridades judiciales en las próximas horas, mientras continúan las investigaciones para esclarecer los motivos precisos que rodearon el incidente. Entidades locales, incluyendo organizaciones civiles y religiosas, han expresado su solidaridad con los familiares afectados, subrayando la urgencia de que se haga justicia y se eviten futuras tragedias de esta índole.

Además, el evento ha tenido una amplia repercusión mediática, lo que ha impulsado a legisladores y líderes comunitarios a solicitar una revisión de las actuales políticas sobre el control de sustancias y seguridad en los barrios periféricos de la ciudad. Muchas voces se han subido a la ola de descontento y preocupación generalizada, pidiendo que se implemente una mayor presencia policial y recursos para educar sobre los efectos del consumo indebido de drogas.
La comunidad de Brisas del Este, todavía impactada por lo ocurrido, ha organizado vigilias y reuniones de emergencia para proponer medidas preventivas que sean discutidas en las instituciones correspondientes. Los habitantes del sector están determinados a trabajar conjuntamente para que un episodio tan desafortunado no vuelva a repetirse.

Finalmente, se espera que las autoridades emitan un comunicado oficial en los próximos días, donde detallarán los avances en la investigación y las medidas previstas para garantizar la seguridad en el sector, así como para apoyar a las víctimas sobrevivientes y a las familias que han experimentado una pérdida tan dolorosa. La población permanece a la expectativa de que este trágico suceso conduzca a cambios positivos y acciones concretas por parte del gobierno local.