Santo Domingo.— En un acontecimiento que ha generado preocupación y apoyo entre colegas y allegados, Eliezer Tapia Javier, fotógrafo del diario El Día, fue víctima de un presunto robo en la noche del pasado jueves en el sector de Los Cerros de Villa Mella. El suceso se produjo alrededor de las 10:30 p.m., cuando Tapia se dirigía a una farmacia de la zona para adquirir medicamentos para su madre.
Detalles del incidente en Villa Mella
Según relató el fotógrafo, al regresar a su vehículo después de realizar sus compras, se percató de que su mochila, que había dejado cuidadosamente oculta debajo del asiento del conductor, había desaparecido. Entre los objetos sustraídos se encontraba una valiosa computadora portátil MacBook, su pasaporte y varios efectos personales de gran importancia tanto para su vida profesional como personal.
El afectado explicó que, durante su breve estancia dentro del establecimiento, un individuo ingresó al local con el pretexto de buscar un producto y, poco después, se retiró apresuradamente. Al revisar las cámaras de seguridad de la farmacia, Tapia observó cómo este individuo aprovechó la ocasión para sustraer la mochila de su vehículo, que se encontraba estacionado justo frente al local.
El material audiovisual obtenido ha servido para esclarecer el modus operandi del presunto responsable y ha sido entregado al fotógrafo por la administración del establecimiento para que las autoridades inicien las investigaciones pertinentes con la esperanza de que estas imágenes sean clave para identificar al individuo.
Resonancia y reacciones en la comunidad
El episodio ha resonado en la comunidad periodística y entre amigos de Eliezer Tapia, quienes, consternados, le han brindado un fuerte respaldo moral. Entre los comentarios en redes sociales, varios colegas de la prensa han expresado su indignación por la inseguridad reinante y han llamado a las autoridades a incrementar las medidas de protección en zonas comerciales concurridas como la de Los Cerros de Villa Mella.
Tapia no dudó en manifestar su frustración ante el incidente, ya que los objetos robados constituyen herramientas esenciales para su trabajo diario. No obstante, mantiene cierta esperanza en que las autoridades logren dar con el paradero de los artículos perdidos. Asimismo, aprovechó para instar a la ciudadanía a ser cautelosa y a no dejar pertenencias de valor en el interior de los vehículos, especialmente en áreas con alta concurrencia.
Este suceso ha generado reflexiones respecto a la seguridad en espacios públicos, especialmente ante el incremento de casos similares reportados en distintas localidades de Santo Domingo. Las entidades responsables de velar por la seguridad ciudadana han sido convocadas por la comunidad para reforzar los patrullajes y vigilancia en las zonas de gran afluencia.
La expectativa está puesta en las iniciativas que las autoridades competentes puedan implementar para mitigar este tipo de eventos que afectan no solo a la víctima directa, sino también a la sensación de seguridad de todos los residentes y visitantes de la zona. Se espera que próximamente se emita un comunicado oficial que aborde el estado de las investigaciones y las medidas preventivas adicionales que se llevarán a cabo para salvaguardar la seguridad de los ciudadanos en el Distrito Nacional.
			
			