El dominicano Otoniel Pichardo, residente en los Estados Unidos, atraviesa una situación compleja después de haber destinado 80,000 dólares al proyecto turístico “Garden of the Beach”. Este desarrollo inmobiliario fue presentado como un moderno condominio frente al mar en la zona de Boca Chica, ubicada al este de Santo Domingo. Lo que inicialmente se mostró como una inversión segura se transformó con el tiempo en un proceso de incertidumbre, abandono y presunto fraude que ahora mantiene al inversionista en una posición de indefensión económica.

Pichardo relató que su motivación para participar surgió de la confianza en la promotora y de las expectativas positivas generadas por el crecimiento turístico de Boca Chica. Sin embargo, con el paso de los meses, comenzó a notar irregularidades en la comunicación y en el progreso de la construcción.

Finalmente, descubrió que el terreno permanecía sin intervención y que las oficinas del proyecto habían desaparec1do por completo, sin información sobre el paradero de los responsables. El inversionista explicó que, al intentar recuperar los fondos aportados, recibió la advertencia de que se le aplicaría un descuento del 10% del total invertido, bajo el argumento de cláusulas estipuladas en el contrato. Al considerar la penalización como injustificada, decidió retornar a los Estados Unidos con la intención de evaluar posibles acciones legales.

Meses más tarde, al volver al país, comprobó que tanto las oficinas como las personas vinculadas al proyecto no se encontraban localizables. En la actualidad, Pichardo ha realizado un llamado público al presidente Luis Abinader para solicitar su intervención ante lo que describe como un perjuicio económico de gran magnitud. Según afirma, la situación no solo le afecta a él, sino también a otros inversionistas dominicanos y extranjeros que habrían depositado su confianza en el mismo proyecto turístico.

Durante su declaración, responsabilizó directamente a una mujer identificada como “Mabel”, quien actuaba como principal representante y promotora del desarrollo inmobiliario. Este caso ha generado preocupación entre residentes y autoridades locales, pues en los últimos años se han registrado denuncias semejantes relacionadas con iniciativas de construcción sin respaldo legal ni financiero suficiente.

Boca Chica, considerado uno de los polos turísticos más antiguos del país, enfrenta ahora el reto de preservar la confianza de los inversionistas luego de episodios como este, que afectan tanto la imagen del destino como la estabilidad jurídica del sector. Hasta la fecha, no se han emitido declaraciones oficiales de las autoridades competentes, ni se ha confirmado si existe una investigación abierta sobre la denuncia presentada por Otoniel Pichardo.
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