Acciones heroicas de un joven dominicano generan reconocimiento y propuesta de homenaje oficial.
Santo Domingo, República Dominicana – Un joven llamado Rafael Rosario, se ha convertido en un símbolo de valor y solidaridad luego de protagonizar dos acciones heroicas en circunstancias completamente distintas, pero igualmente críticas.
Su rápida intervención ha salvado vidas y ha dejado una profunda impresión en la sociedad dominicana. El más reciente acto de heroísmo tuvo lugar durante el colapso del techo de la discoteca Jet Set, ocurrido en la madrugada del martes 8 de abril, mientras se celebraba un evento musical.
En medio del caos, el humo, los escombros y los gritos de los presentes, este joven logró rescatar con vida a la periodista venezolana Elianta Quintero, quien se encontraba en el lugar.
Deslizándose entre los escombros y enfrentando condiciones adversas, el joven logró sacar a la comunicadora del área colapsada, llevándola a un lugar seguro. La propia periodista, visiblemente afectada por la experiencia, lo describió como “un ángel que apareció en el momento más oscuro”.
“Hay un joven que me estaba ayudando. Le dije ayúdame, yo creo que hay alguien aquí abajo. Cuando estamos sacando los escombros me percato de que hay una mujer, y cuando le logro quitar el bloque que tenía en la espalda, ahí vuelvo en sí, porque yo la sigo a ella (a Elianta)”, dijo el joven.
Sin embargo “ahora están amenazándome. Que tengo que tener cuidado al salir a la calle, que tengo que andar con mucho ojo porque me pueden tirar un vehículo encima, pero yo no le he hecho daño a nadie”, confesó el joven en cuestión, dejando a todos asombrados en el programa de Fogaraté.

Este acto, que por sí solo ya sería motivo de admiración, se suma a otro momento en que el mismo joven evitó una tragedia en uno de los puntos más transitados de Santo Domingo.
En la intersección de las avenidas 27 de Febrero y Máximo Gómez, intervino justo a tiempo para impedir que una mujer se lanzara desde el elevado.
Sujetándola con rapidez y decisión, logró evitar un desenlace fatal, ganándose el respeto de los transeúntes que fueron testigos del hecho.
Ambas acciones han sido ampliamente compartidas en redes sociales, donde se resalta la importancia de actuar en momentos críticos, incluso sin reconocimiento ni interés personal.
Ante estas muestras de valentía y entrega, diversas organizaciones civiles han propuesto que se le otorgue un reconocimiento oficial, argumentando que su ejemplo puede servir de inspiración para una juventud que, con frecuencia, es objeto de críticas generalizadas.
La historia de este joven demuestra que el compromiso humano y la empatía pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.