Un juez bloqueó temporalmente la orden ejecutiva de Trump que buscaba eliminar la ciudadanía por nacimiento, un derecho constitucional en EE.UU.
En un giro inesperado, un juez federal bloqueó temporalmente la orden ejecutiva de Donald Trump que intentaba poner fin al derecho constitucional de la ciudadanía por nacimiento.
Esta medida, firmada en 2017 durante su investidura, habría afectado a miles de niños nacidos en Estados Unidos, sin importar el estatus migratorio de sus padres.
El fallo se produjo tras una intensa batalla legal presentada por los estados de Washington, Arizona, Illinois y Oregón, que defendieron que la Enmienda 14 de la Constitución y la jurisprudencia de la Corte Suprema consolidaron este derecho durante más de un siglo.
Esta enmienda, ratificada en 1868, establece que “todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos y sujetas a su jurisdicción son ciudadanos de los Estados Unidos”.
El juez de distrito John C. Coughenour dictó la sentencia después de que 22 estados y varios grupos de derechos de los inmigrantes interpusieran demandas, argumentando que la orden ejecutiva de Trump violaba este principio fundamental.
Entre los afectados se encuentran ciudadanos estadounidenses nacidos bajo esta norma, como Carmen, una mujer embarazada que teme por el futuro de su hijo, ya que aún espera su visa de residencia tras vivir más de 15 años en el país.
La orden de Trump, que debía entrar en vigor el 19 de febrero, podría haber tenido un impacto significativo, afectando a cientos de miles de personas. Según una demanda presentada en Seattle, en 2022 se registraron alrededor de 255.000 nacimientos de niños con madres que vivían en el país ilegalmente, y más de 153.000 nacieron de padres sin estatus migratorio legal.
Aunque el juez dictó un fallo temporal, Trump anticipó que su gobierno apelaría la decisión. La disputa se remonta a la historia de la ciudadanía por derecho de nacimiento en EE.UU., que data de la decisión de la Corte Suprema en 1898 en el caso Wong Kim Ark. La Corte dictaminó que el derecho de nacimiento prevalecía, incluso si los padres no eran ciudadanos.
Algunos críticos de la inmigración argumentan que este principio no debe aplicarse a los hijos de inmigrantes ilegales, lo que ha generado divisiones políticas.
A pesar de los esfuerzos del gobierno de Trump por anular la ciudadanía por derecho de nacimiento, los estados demandantes y los defensores de los derechos de los inmigrantes insisten en que la Enmienda 14 sigue siendo la piedra angular de la ciudadanía estadounidense y no puede ser alterada por decreto ejecutivo.
La batalla legal continúa, con importantes implicaciones para el futuro de las políticas migratorias en el país.
Donald Trump
Juez de distrito John C. Coughenour
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