El municipio de El Hatillo, en el estado Miranda, Venezuela, se encuentra conmocionado por la pérdida repentina de la reconocida artista Floria Márquez. La intérprete, conocida como “la Show-woman de Venezuela”, dejó un legado imborrable tras su partida durante una presentación en la Casa Anauco. Este lamentable suceso tuvo lugar mientras Márquez deleitaba a su público, reforzando su reputación como una de las figuras más queridas de la música romántica latinoamericana.
La escena artística se vistió de luto luego que su esposo, el músico Pedro López, confirmara la noticia a través de sus redes sociales. En un mensaje cargado de emotividad, López comunicó que durante la interpretación de su segunda canción, su esposa sufrió un “accidente cerebrovascular fulminante”. “Hoy Floria se despidió de este mundo haciendo lo que más amaba. Avisaré sobre los servicios funebres para quienes deseen rendirle homenaje”, expresó el músico, quien fue testigo del instante que convirtió una actuación en un legado eterno.
La huella de Floria Márquez en el mundo del espectáculo
Desde temprana edad, Floria Márquez estuvo inmersa en un ambiente musical que fue decisivo en su carrera profesional. Nacida el 11 de febrero de 1950 en Caracas, fue parte de una familia cuya vida giraba en torno a la música; su madre fue pianista, y su hermano Rudy Márquez también dejó una marca significativa en la música venezolana hasta su fallecimiento en 2024. Floria hizo su debut en el género del bolero en 1987, relanzando su carrera tras un periodo personal desafiante. La artista compartía que el cambio la llevó a recorrer un camino de éxito que la definió como una intérprete singular.
Su talento y determinación la llevaron a estudiar con el maestro Félix Formental y, eventualmente, a firmar con Sony Music. Esto le permitió compartir el escenario con otros colosos de la música romántica como Oscar D’León y Armando Manzanero, solidificando su estatus en la industria musical de América Latina. Floria Márquez se convirtió en sinónimo de entrega, profesionalismo y arte; legados que sus admiradores y la colectividad cultural reconocen y celebran.
La comunidad artística honra su legado
Su partida es un golpe para la comunidad artística, conocida no solo por su talento, sino por su capacidad de conectar emocionalmente con su audiencia. Tras el deceso, se llevó a cabo una misa el domingo 26, donde su cuerpo estuvo presente para el público que quiso despedirse de su ídolo. Posteriormente, los restos de Márquez fueron cremados en una ceremonia privada. “Agradecemos profundamente todas las muestras de apoyo recibidas en este momento tan difícil”, mencionó Pedro López en un tributo a quienes asistieron a brindar sus condolencias.
La cita fue un reflejo de la admiración y afecto que Márquez supo cultivar a lo largo de su vida. El repentino deceso ha suscitado múltiples reacciones tanto de sus colegas dentro del país como de otros rincones del mundo. La comunidad cultural y artística ha lanzado llamados para proteger el legado de Márquez y continuar su trabajo en el fomento de la música romántica.
Se esperan pronunciamientos oficiales y actividades conmemorativas organizadas por instituciones culturales y gubernamentales de Venezuela, que buscarán rendir homenaje no solo a su carrera artística, sino a la influencia positiva que Floria Márquez dejó en sus seguidores y en quienes la conocieron personalmente. La situación pone de relieve la necesidad de recordar y preservar el impacto de nuestra riqueza cultural, a través de figuras como Márquez, cuyo legado musical seguirá inspirando a nuevas generaciones.
