En un ambiente marcado por la emotividad dentro de un reconocido formato de convivencia, un comunicador dominicano conversó con Andy de la Cruz “La Fruta” al mostrarle una imagen de su niñez. Ese gesto abrió un intercambio donde observó su propia expresión infantil, describiendo la prenda roja ajustada y el cinturón perforado que llevaba en aquellos años de recursos muy modestos en su hogar.
El participante relató que creció sin generar inquietudes a su familia, dentro de una rutina guiada por disciplina y respeto. Explicó que asistía a la escuela con un único uniforme remendado en repetidas ocasiones y zapatos utilizados hasta su desgaste total. Recordó que esa época estuvo marcada por austeridad constante, donde cada prenda escolar era ajustada con botones distintos y cada material se aprovechaba al máximo.
Durante la dinámica, indicó que llegó hasta primero de bachillerato, pero debió dejar los estudios para apoyar económicamente a su madre. Señaló que ingresó a una zona franca cuando su hermana comenzó a ejercer como profesora, sumándose a los compromisos del hogar. Destacó que esas responsabilidades lo llevaron a asumir tareas adultas desde una edad temprana, procurando mantener estabilidad aun con recursos limitados.
Relató también que fue padre a los 18 años y que, poco después, su madre quedó sola, lo que incrementó las cargas económicas. Expresó que el aporte de su padre era reducido y que eso lo impulsó a colaborar con mayor constancia. Recordó que veía a su padre ocasionalmente en la esquina del barrio, donde tenían breves encuentros, una relación que con el tiempo llegó a mejorar de manera notable.
El participante explicó que, ya en una etapa más madura, emigró a Nueva York para integrarse al ámbito laboral en el sector de construcción. Indicó que ese empleo se convirtió en la base para sostener a sus cuatro hijos y establecer una vida más estable. Mencionó que ese cambio marcó un punto de reorganización personal y fortalecimiento de sus compromisos familiares en el extranjero.
Entre los recuerdos activados por la fotografía, mencionó que la camisa roja era su prenda principal para diciembre y para los domingos. Dijo que la llamaba “la intensa” por la frecuencia con que la usaba y por la cantidad de veces que fue remendada. Afirmó que esa pieza representa un símbolo de perseverancia que lo acompañó durante los años en que asistía a la escuela con limitaciones evidentes.
Mientras ese momento se difundía, los registros del formato mostraban que Andy de la Cruz mantenía un liderazgo sólido con 397,539 puntos. Era seguido por Michael Flores con 379,579 y por Carlos Montesquieu con 369,425. Más abajo aparecían JLexis, Caramelo, Juan Carlos Pichardo, La Perversa, Dani Barranco, Melissa Gate, Gracie Bon, Capitán Alo, La Insuperable, Shadow Blow y Yesther, todos con cifras inferiores.
El participante, creador de contenido con amplia presencia en redes sociales, ha mantenido ventaja durante esta temporada producida por Santiago Matías. Desde el 20 de octubre, el formato se transmite en vivo y actualiza los puntajes en tiempo real. En esta etapa, su avance constante lo posiciona como favorito, aunque la cercanía de Michael Flores mantiene abierta la posibilidad de una competencia ajustada en la semana final.
Al cerrar la dinámica, expresó que, si pudiera hablar con el niño que aparece en la imagen mostrada por el comunicador, solo podría agradecerle la fortaleza con la que enfrentó cada proceso. Indicó que valora su serenidad, la disciplina con la que actuó y el apoyo constante que brindó a su madre en medio de un entorno marcado por esfuerzos compartidos y recursos muy limitados.