La candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, prometió el día de ayer viernes que, de ser elegida en las próximas elecciones, mantendrá las actuales restricciones al asilo implementadas por la administración de Joe Biden, además de tomar medidas para reforzar la seguridad fronteriza.
Harris aseguró que garantizará que la frontera permanezca cerrada entre los puertos de entrada y se comprometió a aumentar los esfuerzos para reducir los cruces ilegales. Durante un evento en Douglas, Arizona, un bastión republicano, la candidata fue aplaudida al anunciar que, como presidenta, trabajaría para implementar políticas más estrictas que protejan la frontera, destacando que continuará las medidas que han ayudado a reducir las detenciones a niveles comparables a 2019.
Harris aprovechó la ocasión para criticar a Donald Trump y a los republicanos, acusándolos de haber bloqueado un proyecto de ley bipartidista que incluía mayores restricciones al sistema de asilo, además de mejoras en la tecnología y personal en la frontera.
Harris también señaló que, bajo su liderazgo, aquellos que crucen la frontera de manera irregular serán detenidos y expulsados, enfrentando además penalizaciones más severas en caso de reincidencia. A pesar de su enfoque en la seguridad fronteriza, la candidata enfatizó que su estrategia busca ser más “humana”, abordando también los problemas relacionados con el narcotráfico y el tráfico de personas.
La vicepresidenta destacó sus logros como exfiscal general de California y defendió los esfuerzos de la administración Biden en el combate al narcotráfico, especialmente en la lucha contra el fentanilo, así como su trabajo contra las pandillas y los traficantes de inmigrantes. Finalmente, Harris reiteró su compromiso de asociarse con republicanos e independientes para solucionar lo que describió como un sistema de inmigración roto.