El retorno de Milka la Más Dura tomó forma durante un encuentro con el comunicador Moisés Salce, momento que la artista definió como guiado por fe, determinación y un propósito personal claro. Según explicó, este regreso surge de un proceso espiritual en el que sintió que había llegado la ocasión adecuada después de un periodo prolongado alejada del entorno mediático habitual.
Milka detalló que su reaparición no busca recuperar un espacio previo, sino asumir nuevamente su rol dentro del ámbito urbano. Señaló que, en su visión, nadie posee un lugar fijo y que lo esencial es trabajar, una idea que presentó como respuesta directa a quienes cuestionaron su ausencia y a quienes interpretaron su pausa como una pérdida de presencia en el género.
Respecto a si otras figuras ocuparon su lugar durante ese tiempo, la artista afirmó que todo forma parte de un proceso en el que cada persona recibe oportunidades en el momento que corresponde. Para ella, lo verdaderamente importante era estar de vuelta y dar continuidad a un camino que consideró ligado a su fe, manteniendo serenidad ante cualquier interpretación externa.
Al ser consultada sobre otras exponentes femeninas, Milka expresó que cada artista posee una identidad propia. Mostró admiración por La Insuperable, La Perversa y Yailin, a quienes mencionó en un grupo simbólico sin establecer comparaciones. Explicó también que muchos jóvenes desconocen los aportes iniciales del género, recordando que su nombre marcó etapas con contrataciones internacionales y giras en Estados Unidos y Europa.
La intérprete indicó que el público que la ha acompañado desde sus inicios continúa respaldándola y que ese acompañamiento sostiene su presencia actual. Durante la conversación, abordó también aspectos personales y, con humor, señaló que “nunca sola”, mencionando que disfruta del afecto y la compañía sin ofrecer detalles adicionales. Recordó además versos representativos de su trayectoria, destacando fragmentos que permanecen presentes en plataformas digitales.
Sobre su ausencia, explicó que dedicó ese tiempo a su rol como madre, priorizando a su hijo y enfocándose en su estabilidad emocional. Describió esa etapa como una decisión consciente para atender su vida personal y disfrutar un ritmo más pausado antes de retomar compromisos públicos, reiterando que su retorno se centra exclusivamente en su trabajo y en continuar la línea que inició décadas atrás.