Una masa de aire ártico avanza sobre Nueva York y promete varios días de nieve, ráfagas intensas y acumulados importantes al norte y oeste del estado.
Mientras tanto, la ciudad de Nueva York enfrentará cantidades menores, con mezclas entre lluvia y nieve que dejarán acumulados modestos.
La entrada repentina de aire más frío combinada con humedad procedente de los Grandes Lagos puso en marcha un patrón invernal que, según meteorólogos, podría extenderse hasta el fin de semana.
Desde este martes, distintas áreas ya experimentan nevadas intermitentes con mayor impacto en zonas cercanas a Lake Erie y Lake Ontario.
Horas más tarde, nuevos reportes del Servicio Meteorológico Nacional reforzaron que el oeste del estado y la meseta de Tug Hill serán los puntos más sensibles a este evento.

En esas áreas, las bandas de “efecto lago” podrían dejar acumulados que oscilen entre 8 y 12 pulgadas durante la semana, con valores mayores en sectores elevados.
El contexto ayuda a entender por qué la nieve será tan persistente. El aire ártico moviéndose sobre aguas más templadas favorece la formación de nubes densas que descargan nieve de forma localizada pero intensa.
Regiones como Finger Lakes y partes del centro del estado podrían cerrar la semana con entre 3 y 6 pulgadas adicionales, especialmente en colinas o carreteras de altura.
Lo que siguió sorprendió a varios residentes del norte, donde las primeras bandas de este martes ya comenzaron a reducir la visibilidad.
En contraste, la región metropolitana solo recibirá acumulados moderados y en algunos casos mezclados con lluvia, lo que limitará la formación de capas consistentes en el suelo.

Para quienes siguen este tema, el pronóstico diario aporta un panorama más claro. Este miércoles se espera un reforzamiento del viento y una intensificación en áreas del oeste y Tug Hill, mientras que el jueves traerá temperaturas que podrían mantenerse por debajo del punto de congelación durante toda la jornada.
Para el viernes y el fin de semana, la inestabilidad continuará, con intervalos de nieve ligera que sumarán nuevas capas en sectores montañosos.
El panorama estatal deja varios puntos de atención: Buffalo y comunidades del corredor del Lago Erie podrían ver acumulados notorios; las zonas adyacentes al Lago Ontario, incluidas las elevaciones de Tug Hill, también figuran entre las más propensas a cierres temporales de rutas. En los Adirondacks, la altitud favorecerá que la nieve permanezca por más tiempo.
Las autoridades recomiendan precaución ante posibles reducciones de visibilidad y cambios rápidos en el estado de las carreteras.
También sugieren revisar vehículos, abastecerse de artículos básicos y mantenerse atentos a las alertas del NWS, especialmente en áreas rurales donde las condiciones pueden variar en cuestión de minutos.
El cierre de la semana dependerá del comportamiento del viento y de la persistencia del efecto lago. Aun así, los primeros modelos apuntan a que buena parte del norte y oeste del estado podría registrar acumulados por encima del promedio para diciembre, marcando el inicio de una temporada invernal más activa de lo habitual.