En el recinto de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en Barahona, se viven momentos de tensión y preocupación luego de que varios estudiantes hicieran públicas las denuncias sobre presuntas actitudes de discriminación y maltrato por parte de un profesor hacia alumnos provenientes de áreas rurales como Neyba, Pedernales, Cabral, Enriquillo y La Ciénaga. La situación ha generado una suerte de revuelo tanto en la comunidad académica como en las redes sociales, donde las críticas no se han hecho esperar.
Las acusaciones apuntan a que el docente, cuya identidad aún no ha sido revelada públicamente, habría realizado comentarios humillantes y discriminatorios hacia los estudiantes que, enfrentando largas distancias diarias, suelen llegar tarde a sus clases. Según testimonios recabados, la problemática radica en el intransigente manejo del profesor, quien no considera las dificultades logísticas que enfrentan aquellos habitantes de zonas más alejadas.
En vídeos compartidos en diversas plataformas, se aprecia al educador dirigiendo palabras ofensivas y amenazas hacia los participantes del aula, infringiéndoles restricciones de movimiento hasta concluir la sesión programada. Este tipo de trato ha sido calificado por los afectados como autoritario e insensible, considerando que las explicaciones respecto a la modalidad nocturna y las complicaciones para asistir puntualmente han sido reiteradamente ignoradas por el maestro.
Presión en redes sociales y el papel de las autoridades universitarias
El conflicto en UASD Barahona no ha pasado desapercibido en el ámbito digital. Usuarios de redes han expresado su apoyo a los estudiantes, resaltando la necesidad de un entorno académico inclusivo y respetuoso. Mientras la discusión sobre la equidad y el respeto hacia estudiantes de sectores rurales se amplía, crece la expectativa de que las autoridades universitarias tomen cartas en el asunto.
Hasta el momento, la administración de la universidad no ha emitido ninguna declaración oficial ni se ha manifestado públicamente sobre el incidente. Este silencio ha sido criticado por varias partes interesadas, quienes exigen una rápida intervención que contemple el análisis de los protocolos internos y la implementación de procedimientos que garanticen un ambiente de estudio justo e igualitario.
A pesar de las circunstancias, los estudiantes afectados mantienen la esperanza en obtener una respuesta que propicie cambios sistémicos dentro del recinto. La comunidad académica pide que no solo se atienda la denuncia puntual sino que, además, se establezcan mecanismos que imposibiliten recurrencia de situaciones similares que puedan perjudicar a cualquier estudiante por su origen geográfico o por las dificultades que conlleva trasladarse desde áreas rurales.
Compromiso universitario y posibles medidas futuras
La situación en UASD Barahona podría sentar un precedente sobre cómo abordar conductas inapropiadas dentro del ámbito educativo en República Dominicana. La atención mediática incrementa la presión para que la universidad se pronuncie y establezca medidas correctivas en pro del bienestar estudiantil.
Con el audiovisual aún circulando por internet, la discusión continuará creciendo en torno a la equidad educativa y el trato justo. Por lo pronto, los alumnos y el cuerpo docente que abogan por un cambio esperan un pronunciamiento concreto que defina la postura oficial de la institución educativa. Asimismo, se espera que la universidad aproveche esta oportunidad para reforzar su compromiso con la creación de un clima académico que respete y valore la diversidad de sus estudiantes.
En conclusión, se aguarda con interés un comunicado oficial que no solo esclarezca las medidas que se adoptarán en respuesta a los recientes acontecimientos, sino que también reafirme el compromiso de construir un entorno académico respetuoso y equitativo para todos los miembros de la comunidad universitaria.
