En la apacible comunidad de El Pedregal, ubicada en La Guáyiga, municipio de Los Alcarrizos, Santo Domingo, se ha desatado una intensa inquietud tras la presunta aprehensión del pastor Mateo Soriano García, de 70 años, quien vive con una condición de salud debilitada debido a un avanzado Alzheimer. Este incidente ha dejado perplejos a familiares y vecinos, que denuncian que el religioso fue sustraído de su hogar de manera coercitiva por dos hombres no identificados, quienes lo desplazaron en un vehículo sin placas, lo que han descrito como un acto de detención ilegal.
Comunidades locales buscan respuestas ante acciones policiales
Ante la falta de información clara sobre las razones del traslado del pastor Soriano, sus familiares acudieron al destacamento policial de Hainamosa en busca de explicaciones. Sin embargo, hasta el momento, sus preocupaciones no han sido atendidas plenamente, lo que incrementa la ansiedad comunitaria y las sospechas sobre la legalidad de las acciones perpetradas. La colectividad exige que se aclare el motivo detrás de este controvertido suceso, que consideran pone en riesgo no solo la integridad de Soriano García, sino también el estado de derecho en el barrio.

Con justa razón, la localidad rememora episodios históricos, temiendo por la seguridad del pastor, comparando esta situación con eventos pasados de abuso de poder. La mención de figuras históricas como Mamá Tingó en el discurso vecinal revela la profundización del malestar social y la búsqueda de justicia para Soriano, quien necesita atención médica diligente debido a su delicada condición de salud.
Impacto social y llamado a las autoridades
En declaraciones recogidas por residentes, se detalla cómo el hermano del pastor describió el procedimiento de aprehensión como intimidante: “fue secuestrado por individuos sin autoridad aparente ni documentación legal, quienes, tras convocarlo afuera de su vivienda, procedieron a esposarlo y trasladarlo sin miramientos”. Este tipo de actuación ha sido calificada como una violación a los derechos más elementales de la persona, elevando el grado de alarma entre los habitantes del sector.
Crece la demanda hacia las autoridades locales para que emitan un pronunciamiento oficial que ofrezca claridad sobre los actos sucedidos y respalden los derechos del pastor. Los vecinos, preocupados, subrayan que Soriano García, dada su edad y múltiples necesidades médicas, no podría soportar los efectos de un tratamiento abusivo, mientras la incertidumbre alimenta un ambiente de tensión latente en Los Alcarrizos.

La movilización comunitaria ha sido constante y llama a la acción inmediata por parte de las instituciones competentes, para que se tomen medidas en favor de disipar cualquier duda respecto al paradero del pastor y el legítimo desarrollo de las diligencias. La colectividad espera que se primen los derechos humanos y sociales, asegurando que no se repitan eventos equivalentes.
Por su parte, el ambiente en el municipio es de gran expectación, aguardando que las fuerzas del orden ofrezcan un documento formal que esclarezca los hechos. Se espera que en las próximas horas las autoridades brinden algún informe que arroje luz sobre estas actividades que han perturbado la pacífica convivencia en La Guáyiga y devuelvan la tranquilidad a sus habitantes.
