Santiago.– La trágica partida de José David Montilla, un joven de 17 años, en una competencia de motocicletas no autorizada, ha sacudido a la comunidad de Santiago. El lamentable incidente, ocurrido la noche del lunes en la autopista Joaquín Balaguer, tramo Santiago-Navarrete, ha vuelto a resaltar la preocupación por estas prácticas que representan un peligro constante en la zona.
Montilla, residente en el barrio Duarte del distrito municipal Santiago Oeste, perdió el control de su motocicleta mientras participaba en la carrera, lo que resultó en un choque mortal contra una barandilla. El suceso fue presenciado por Jhonatan Peña, quien relató los momentos de angustia tras el impacto. Peña, aún conmovido, lamentó que estos eventos continúen a pesar de las vidas que se cobran, instando a una reflexión colectiva sobre estas actividades.

Reacciones de la comunidad y llamados a la acción
En el lugar del incidente, varios testigos intentaron prestar ayuda a Montilla, quien lamentablemente sufrió traumas severos que condujeron a su deceso inmediato. La comunidad de Santiago Oeste se encuentra de luto, y voces como la de Bolívar Jáquez, vecino del joven fallecido, han surgido para implorar por un cambio. “Esto no puede seguir así”, expresó Jáquez, quien urgió a los jóvenes a considerar los riesgos inherentes a las carreras ilegales.
La frecuencia de estas competencias no autorizadas ha creado un ambiente de inseguridad en los alrededores de la autopista Joaquín Balaguer, especialmente durante las horas nocturnas y los fines de semana. Los residentes han manifestado su inquietud y han solicitado reiteradamente a las autoridades una intervención más contundente. “Es urgente que la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) tome medidas estrictas para encarar este problema”, señaló Jáquez, quien ve la supervisión policial como clave para prevenir futuros incidentes trágicos.
Impacto social y respuesta de las autoridades
Ante la continua amenaza que representan estas carreras, se han alzado múltiples voces demandando atención urgente por parte de las autoridades municipales y provinciales. Las familias afectadas, así como los líderes comunitarios, están abogando por campañas de concienciación y la implementación de zonas controladas para aquellos que deseen practicar deportes de velocidad de manera segura y regulada.
En respuesta, se espera que se incrementen los operativos policiales en los puntos críticos identificados de la autopista Joaquín Balaguer. Además, las autoridades locales, junto con la Digesett, están planificando una serie de charlas educativas en los colegios y comunidades para sensibilizar a los jóvenes sobre los peligros asociados a estas actividades ilegales.
Este caso particular no solo ha dejado una profunda herida en la comunidad de Santiago, sino que también ha puesto en evidencia la necesidad de una respuesta estructural. Mientras las familias de las víctimas claman por justicia y cambios profundos, el seguimiento a corto y mediano plazo por parte de las autoridades será crucial para evaluar el impacto de las medidas implementadas y restaurar la tranquilidad en la región.
