El narcotraficante y sicario dominicano Anthony Abreu recibió una sentencia de cadena perpetua el pasado lunes de esta semana, tras ser acusado de asesinar al empresario chino Xin Gu en abril de 2019 frente a un bar de karaoke en Queens, a cambio de un reloj de lujo.
Según los fiscales, el homicidio de Gu fue ordenado por su socio, el desarrollador Qing Ming Yu, quien buscaba venganza tras una disputa de negocios. Yu, sentenciado en mayo junto a un cómplice por cargos de sicariato y conspiración, recurrió a su sobrino para coordinar el asesinato, asignando a Abreu el papel de ejecutor, bajo la coordinación de Zhe Zhang.
La fiscalía demostró que el pago acordado fue un reloj de pulsera “Richard Mille” valorado en más de $100,000. El ataque ocurrió en la madrugada del 12 de febrero de 2019, cuando Gu, esperando un taxi Uber en el bar de karaoke “Grand Slam KTV” en Flushing, fue abatido de un disparo en la cabeza, acto que, según el fiscal adjunto Devon Lash, fue un asesinato a sangre fría.
Durante la audiencia, Abreu reiteró su inocencia ante la jueza federal Carol Bagley Amon, afirmando no haber matado a nadie y declarando que solo se dedicaba a la venta de marihuana. Sin embargo, la jueza desestimó las declaraciones, calificando su testimonio de “mentiras descaradas” y rechazando una moción presentada por la abogada defensora, Susan Kellman, que buscaba anular el veredicto.
Kellman argumentó que el simple hecho de que Zhang le diera el reloj a Abreu no era prueba suficiente de que hubiera sido un pago por el asesinato. Además de la sentencia actual, Abreu cumple una condena de 24 años en Mississippi por tráfico de cocaína.