Solicitud de revisión de La Casa de Alofoke 2 desata debate sobre regulación cultural en República Dominicana
Fotografía: Archivo / Shutterstock
En Santo Domingo, la comunidad mediática se ha visto inmersa en una nueva polémica cultural a raíz de la intervención de Santiago Matías. El conocido productor digital se pronunció tras la solicitud presentada por el Movimiento Matrimonio Feliz para que el Ministerio de Cultura revise el contenido del reality La Casa de Alofoke 2, por presuntos mensajes considerados inapropiados. En una transmisión extensa y detallada, Matías defendió su plataforma, exponiendo una combinación de argumentos legales y cuestionamientos a la institucionalidad.




El pronunciamiento de Matías se difundió con rapidez, captando la atención de miles de usuarios en redes sociales. Desde el principio, expresó su asombro por el reclamo, insinuando que plataformas como YouTube disponen de sistemas que permiten a los usuarios seleccionar el contenido que desean ver. Recalcó que estas plataformas ofrecen herramientas de control parental globales, utilizadas por millones, para restringir el acceso de menores a contenidos específicos. En su opinión, la responsabilidad recae mayoritariamente en los adultos encargados de supervisar la navegación infantil.

Mientras defendía la política de clasificación de su contenido como no apto para menores, Santiago Matías argumentó que la responsabilidad de consumo digital es compartida y que cada transmisión se identifica adecuadamente bajo los estándares de YouTube. Esta defensa apunta a una discusión más amplia sobre la regulación de contenidos digitales en la era moderna, planteando interrogantes sobre el alcance de las legislaciones nacionales frente a las políticas globales de plataformas internacionales.
Matías no solo se limitó a cuestionar la petición del Movimiento Matrimonio Feliz, sino que además compartió cifras de popularidad que destacan el alcance de su proyecto. Según afirmó, Alofoke Media se ha consolidado como uno de los principales canales en la categoría de noticias y política en Estados Unidos, solo superado por gigantes como Fox News. Esta proyección internacional de la plataforma, añadió, lo convierte en un referente mediático que genera tanto admiración como crítica.
En su discurso, puso especial énfasis en los beneficios que el reality aporta a las comunidades locales, señalando que el despliegue del programa fomenta la economía en las áreas donde se graba. Desde la contratación de servicios locales hasta el impulso al comercio debido a la llegada de equipos y visitantes, estos factores contribuyen de manera significativa al dinamismo económico local.

Por otro lado, Matías quiso establecer contacto con los representantes del Movimiento Matrimonio Feliz para dialogar sobre la solicitud presentada, aunque indicó que no recibió respuesta. En este aspecto, subrayó la importancia de mantener canales de comunicación abiertos para abordar discrepancias desde un terreno institucional y guiado por el respeto mutuo.
Al reflexionar sobre el entorno mediático contemporáneo, Matías argumentó que la transformación digital ha cambiado las normas del juego para los medios de comunicación tradicionales, creando un nuevo espacio donde el contenido digital compite en igualdad de condiciones. Afirmó que la función de las plataformas en línea, lejos de asumir la labor educativa, debe enfocarse en ofrecer entretenimiento responsable y sujeto a las normativas vigentes.

El comunicador concluyó su intervención reiterando su disposición a cooperar con los procedimientos legales necesarios, siempre dentro del marco regulatorio establecido. Acogió positivamente cualquier revisión que se alinee con las leyes aplicables y destacó que el contenido de La Casa de Alofoke 2 se ajusta a las políticas de libertad de expresión que rigen en las plataformas donde se publica.
Por su parte, el Ministerio de Cultura continúa en la revisión del documento presentado por el Movimiento Matrimonio Feliz. La respuesta de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos se anticipa con gran interés, ya que determinará el rumbo del debate sobre la regulación de contenido en medios digitales y la influencia de las nuevas tecnologías en la vida cultural de la nación. Mientras tanto, el reality sigue operando con altos niveles de audiencia e interacción dentro y fuera de República Dominicana.
