Las fuertes inundaciones de la última semana en Tailandia dejaron cientos de víctimas y obligaron a miles de familias a abandonar sus hogares mientras avanza la limpieza en las zonas más golpeadas.

Las autoridades tailandesas confirmaron que al menos 267 personas perdieron la vida tras los desbordes que afectaron al país, una situación que impactó con especial fuerza al distrito de Hat Yai.

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Allí se registraron 142 de los fallecimientos reportados hasta ahora, según el Ministerio de Sanidad, que continúa revisando los casos mientras los equipos de emergencia avanzan entre caminos cubiertos de lodo y viviendas dañadas.

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Evacuando el cuerpo de una víctima de las inundaciones en Tanah Datar, en la provincia de Sumatra Occidental, Indonesia, este lunes.

Horas más tarde, el Gobierno anunció la instalación de comedores públicos para apoyar a quienes aún no pueden regresar a sus viviendas. Esta medida llega después de que la provincia de Songkhla fuera declarada “zona de desastre”, una decisión que abre paso a más recursos y asistencia logística en una región donde las lluvias no dieron tregua durante varios días.

El contexto ayuda a entender la magnitud del fenómeno. Las precipitaciones que golpearon Tailandia forman parte de un patrón más amplio que también afectó a Indonesia, Sri Lanka y Malasia, países que atraviesan una de las temporadas más complicadas de las últimas décadas por acumulación de agua y deslizamientos de tierra.

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Los residentes desplazados descansan en un albergue tras las inundaciones súbitas y deslizamientos de tierra en la provincia de Sumatra del Norte, Indonesia, el domingo.

Millones de personas han visto interrumpida su vida cotidiana, obligadas a dejar sus hogares para ponerse a salvo frente a carreteras destruidas o zonas donde el agua sigue siendo un riesgo.

Lo que siguió sorprendió a varios organismos internacionales que monitorean el clima en la región: la cifra de personas afectadas supera ya los 3.9 millones solo en Tailandia, mientras que en el sudeste asiático el número de fallecidos se aproxima a 1,450, con casi un millar de desaparecidos en recuentos preliminares.

Aunque las autoridades locales insisten en que los números podrían moverse en los próximos días, por ahora concentran sus esfuerzos en restablecer accesos, limpiar comunidades enteras y restituir servicios básicos.

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Inundaciones en Wellampitiya
Inundaciones en Wellampitiya, en las afueras de Colombo, la capital de Sri Lanka, el domingo.

Para quienes siguen este tema, la recuperación será un proceso largo. Tailandia suele enfrentar episodios de lluvias intensas durante esta época del año, pero especialistas consultados por medios locales han señalado que la combinación entre suelos saturados y precipitaciones continuas generó un escenario especialmente delicado.

Mientras tanto, cientos de voluntarios, personal de apoyo y residentes trabajan lado a lado para recuperar zonas vitales antes de que llegue una nueva ronda de tormentas.

El país avanza entre incertidumbre y esperanza, con comunidades que buscan reorganizarse mientras esperan información oficial sobre cuándo podrán volver a sus casas y cómo se restablecerán las actividades en las regiones más afectadas.

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