Velan y sepultan restos de Ruth Esther Sosa Chacón

En medio de un profundo dolor y consternación, fueron velados y sepultados los restos de Ruth Esther Sosa Chacón, de 33 años, quien se suma a la trágica lista de v1ctimas de feminicidios en el país. Los familiares de la v1ctima claman justicia por el brut4l crimen que ha dejado a dos niñas en la orfandad.

El sector de Guachupita, donde residía Sosa Chacón, se encuentra sumido en la tristeza tras la trágica muert3 de la mujer a manos de su pareja, Gabriel Contreras, a quien previamente había denunciado en múltiples ocasiones. A pesar de haber interpuesto tres querellas y haber obtenido dos órdenes de alejamiento, Ruth Esther no pudo escapar del f4tal desenlace que tanto temía su familia y amigos, quienes le advirtieron repetidamente del peligro que corría.

“Ay, me la m4tó, me la estr4nguló y me la dejó trancada”, gritaba entre llantos un familiar de la joven de 30 años que deja a dos pequeños en la orfandad.

Francisca Santana, por su parte, relató: “Yo fui por la mañana a ver si la veía en la casa, fui como cinco veces y no la encontré, y le dije a la mamá que llamara al esposo de ella para ver dónde estaba. Cuando lo llamamos, él le dijo a mi hija que lo perdonara, porque él la había estr4ngul4do y la había dejado en la cama”.

Sosa Chacón trabajaba desde hace seis años en el área de mayordomía de la biblioteca de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, labor que desempeñaba con la esperanza de algún día obtener su propia vivienda. Su terrible final ha dejado un vacío irreparable en la vida de sus allegados y compañeros de trabajo, quienes aún no logran comprender cómo fue posible que las advertencias y denuncias no evitaran este desenlace.

Los parientes de la v1ctima exigen que se imponga la pena máxima a su agresor, criticando la ineficacia del sistema judicial en la protección de las mujeres frente a la vi0lencia de género. Sostienen que la falta de medidas efectivas por parte de las autoridades ha permitido que crímenes como este sigan ocurriendo.

Los restos de Ruth Esther fueron sepultados en el cementerio de Cristo Rey, en una ceremonia marcada por el llanto y la indignación de quienes la conocieron. Su familia y la comunidad esperan que su muert3 no sea en vano y que se tomen acciones contundentes para evitar que más mujeres sean v1ctimas de la violencia en el país.