El joven talento francés apuntaba a volver en el duelo de cuartos de final de la Copa NBA ante los Lakers, pero San Antonio decidió mantenerlo en pausa para evitar riesgos.
Parecía la noche perfecta para su retorno, pero el plan cambió. Victor Wembanyama, quien llevaba casi un mes sin ver acción, estaba en la mira para reaparecer en la madrugada de este miércoles.
Sin embargo, los propios Spurs frenaron la idea y optaron por mantener su recuperación sin prisa.
El contexto ayuda a entender la decisión. Desde el 14 de noviembre, el pívot ha lidiado con una molestia en la parte posterior de su pierna izquierda.

El cuerpo técnico insiste en que solo volverá cuando esté completamente listo, un enfoque que sigue la tendencia de proteger a figuras jóvenes en temporadas largas.
Horas más tarde, la conversación giró hacia cómo ha respondido el equipo en su ausencia. Sorprendentemente, San Antonio encontró ritmo sin su estrella.
Acumularon ocho victorias en los 11 partidos que Wembanyama no disputó, logros suficientes para mantenerse con vida en la Copa NBA y competir con solvencia.
Lo que siguió alimentó el debate sobre su impacto en la temporada. A pesar del parón, Wemby venía firmando números de élite: promedios de más de 26 puntos, cerca de 13 rebotes y un aporte notable en asistencias y bloqueos. Cifras que lo mantenían en la conversación para premios importantes.
Para quienes siguen este tema, hay un dato clave en el horizonte. La liga exige disputar al menos 65 partidos para entrar en la carrera por ciertos reconocimientos individuales.
Si el francés pierde cinco juegos adicionales, quedaría automáticamente fuera de esa contienda.
San Antonio, no obstante, mantiene la misma línea: priorizar su salud, sostener el buen ritmo colectivo y evitar cualquier vuelta apresurada. Con ese enfoque, Wembanyama seguirá observando desde la banda mientras continúa afinando su regreso.