Bachata con IA imita a Romeo Santos y genera debate
Fotografía: Archivo / Shutterstock
Una bachata creada con inteligencia artificial logró que miles de oyentes creyeran estar frente a un nuevo lanzamiento de Romeo Santos. Su parecido encendió el debate sobre la autenticidad musical en la era digital.
La canción se hizo sentir primero en YouTube y luego en Spotify. Bajo el título “Mayor Que Yo (2025) – estilo Romeo Santos”, el tema comenzó a sumar reproducciones de manera acelerada. Su voz, sus matices y su melodía parecían sacados de un álbum inédito del artista.
Sin embargo, detrás de esa interpretación no había estudio de grabación ni anuncio oficial, sino un modelo de inteligencia artificial entrenado para imitar la esencia del llamado “Rey de la Bachata”.

Horas más tarde, usuarios empezaron a compartir el audio en grupos y plataformas, sorprendidos por la similitud. Muchos aseguraban que habían descubierto “la nueva bachata de Romeo”, impulsando aún más el alcance del tema.
La mezcla de guitarras limpias, ritmo romántico y una letra centrada en anhelos amorosos alimentó la confusión.
El contexto ayuda a entender por qué el público asumió que se trataba de un estreno real. El tema no incluía advertencias visibles de que había sido generado por IA.
Tampoco llevaba sellos discográficos ni enlaces oficiales. Y, al replicar elementos característicos del estilo de Santos —como el vibrato particular y los giros melódicos— terminaba encajando con lo que sus seguidores esperan de él.

Lo que siguió sorprendió a varios. En medio del revuelo, Romeo Santos se refirió recientemente al auge de canciones creadas por inteligencia artificial que utilizan su voz o su identidad artística.
En un breve mensaje difundido en redes, el cantante expresó incomodidad ante la circulación de temas que parecen suyos pero que no provienen de él.
Aunque no mencionó por nombre la pieza “Mayor Que Yo”, sus palabras dejaron claro que este tipo de contenidos no cuenta con su aval.

Para quienes siguen este tema, la situación abre un debate mayor. ¿Hasta qué punto una creación generada por algoritmo puede influir en el gusto del público? ¿Cómo se maneja la autoría cuando una voz simulada logra confundir a millones? Especialistas en tecnología y música vienen advirtiendo que la línea entre lo artificial y lo auténtico se vuelve cada vez más difusa.
El fenómeno también plantea preguntas prácticas. Plataformas como Spotify o YouTube han comenzado a revisar políticas para identificar producciones que simulan voces reconocidas.
El objetivo es evitar confusiones y asegurar que los usuarios sepan qué están escuchando.
Lo que queda claro es que “Mayor Que Yo (IA)” ya marcó un precedente. En una época donde la creatividad digital avanza a gran velocidad, los oyentes tendrán que prestar más atención a las fuentes y los artistas deberán convivir con imitaciones cada vez más convincentes.
En medio de esa transición, la transparencia será clave para que la música siga conectando con autenticidad.