Andry Medina, esposa del comediante y ventrílocuo dominicano Liondy Ozoria, comunicó públicamente los motivos que la llevaron a retirar a su hijo Said del colegio. La decisión se produjo luego de una serie de mensajes recibidos en redes sociales tras conocerse la situación del menor, quien fue diagnosticado dentro del espectro autista, conocido por sus siglas TEA.
Medina explicó en su cuenta de Instagram que la decisión fue tomada tras evaluar con detenimiento el entorno escolar y considerar que el comportamiento del niño, dentro de su condición, podía interferir en las rutinas educativas del centro. La madre expresó su comprensión de que la empatía debe ser recíproca y que el desenvolvimiento de Said podía afectar el desarrollo adecuado de las rutinas escolares en el establecimiento educativo.

La comunicadora subrayó que Said se encuentra bien y que el centro educativo le ha ofrecido su respaldo durante el proceso. Medina describió a los docentes y al personal del colegio como personas empáticas que aprecian sinceramente a su hijo y que han demostrado disposición para apoyar a la familia durante esta etapa de adaptación.
Sin embargo, Medina reconoció que el pequeño necesita una maestra acompañante para facilitar su adaptación a la nueva etapa escolar, un servicio especializado que actualmente no puede costear debido a limitaciones económicas. Esta figura profesional es fundamental para que niños con condiciones especiales de desarrollo puedan integrarse adecuadamente al ambiente educativo regular.
“El colegio nos ha apoyado, han sido muy empáticos y aman a Said. No tengo dinero ahora para costear esa nueva necesidad que él tiene, pero estoy segura de que se solucionará“, añadió Medina. La madre agradeció las muestras de apoyo recibidas y destacó la importancia de la comprensión hacia las familias con niños con condiciones especiales de desarrollo.

El mensaje generó una amplia ola de solidaridad en redes sociales, donde decenas de seguidores reconocieron la valentía y transparencia de la madre al compartir su experiencia. Muchos usuarios valoraron que Medina expusiera la realidad que enfrentan numerosos padres en circunstancias similares dentro del sistema educativo dominicano, donde el acceso a servicios especializados para niños con necesidades particulares representa un desafío económico significativo para las familias.

La situación de Said refleja los obstáculos que deben superar las familias dominicanas cuyos hijos requieren atención especializada en el ámbito educativo. La necesidad de maestras acompañantes y otros recursos de apoyo representa una inversión económica considerable que no todas las familias pueden asumir, limitando las oportunidades de integración escolar de niños con condiciones dentro del espectro autista y otras necesidades especiales de desarrollo.
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