El departamento de policía de Sweetwater intervino para gestionar el tráfico, esto en virtud de una situación que está aconteciendo con numerosos residentes, los cuales han tomado al decisión de salir a las calles para expresar su preocupación y pedir ayuda a los líderes políticos locales.
El alcalde José “Pepe” Díaz se mostró preocupado a través de un comunicado oficial: “Es comprensible que esta notificación, que llegó sin previo aviso y tan cerca de la temporada festiva, haya dejado a muchas familias angustiadas. Mi administración está explorando todos los recursos posibles para brindar apoyo en este difícil proceso”.
La gerencia del parque notificó que los dueños de casas móviles obtendrán un incentivo de hasta 14,000 dólares si deciden abandonar la propiedad antes de enero de 2025. Sin embargo, muchos habitantes entienden que este apoyo económico es insuficiente para cubrir los gastos de reubicación y las posibles pérdidas derivadas del desalojo.
Uno de los afectados, llamado Francisco, dijo que recientemente compró su casa móvil y aún estaba en proceso de mejoras. “Es desgarrador pensar que todo el esfuerzo y dinero invertido pueda perderse tan pronto”, comentó. Por su parte, una madre residente del parque, que prefirió no ser identificada, expresó: “Es muy difícil para nosotros, especialmente para los que tenemos niños. Este es nuestro hogar, y la idea de tener que empezar de nuevo es abrumadora”.
El cierre de Li’l Abner forma parte de un plan de desarrollo comunitario más amplio, que incluye la construcción de viviendas asequibles, instalaciones médicas, una escuela K-12, un centro comunitario, un parque y otros servicios para la región. Aunque estos planes prometen beneficios a largo plazo, no todos los residentes se sienten incluidos en esta visión del futuro.
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